Quinta-feira, 23 de Agosto de 2007
Pablo Neruda
Tu risa
Quítame el pan si quieres quítame el aire,
pero no me quites tu risa.
No me quites la rosa,
la lanza que desangras,
el agua que de pronto estalla en tu alegría,
la repentina ola de planta que te nace.
Mi lucha es dura y vuelvo con los ojos cansados a veces de haber visto la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa sube buscándome y abre para mi todas las puertas de la vida.
Amor mío,
en la hora mas oscura desgrana tu risa,
y si de pronto ves que a mi sangre mancha las piedras de la calle,
ríe,
porque tu risa será para mis manos como una espada fresca.
Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar su cascada de espuma,
y en primavera,
amor,
quiero tu risa como la flor que yo esperaba,
la flor azul,
la rosa de mi patria sonora.
Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles torcidas de la isla,
ríete de este torpe muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz la primavera,
pero tu risa nunca porque moriría.
(Los versos del capitán)
DAAVLIS
VOO
Estava posta minha alma no penedo
Num manto de lã negro recolhida
Na eternidade do tempo esquecida
Sobre o Mundo espraiado no medo
Daquele vale Travesso, mudo e quedo
Onde o homem encontrou o lobo
Companheiro de viagem, ledo
Na vida e na morte, herança do fojo
Nua atirou-se pelos olhos, no abismo
Acompanhando as aves de Baal
No voo, cumprindo o destino.